De cholo a Baby Yoda, la vestimenta más extraña del Niño Dios en el Día de la Candelaria

De acuerdo con la religión católica, el 2 de febrero marca el fin del ciclo de Navidad, lo que implica que ha transcurrido poco más de un mes del nacimiento del hijo de Dios.

En los tiempos en los que sitúa la Biblia dicho pasaje, la Ley de Moisés prescribía que todas las mujeres debían presentarse al templo 40 días después de haber dado luz para purificarse. Pese a que la virgen María concibió a Jesús por obra del Espíritu Santo, ella se presentó en el templo para cumplir con lo que dictaba la ley de aquellos días.

De este modo, con el paso de los años la presentación del “Niño Dios” en el también llamado Día de la Candelaria se ha convertido en una tradición que, además de tamales, contempla que aquellas populares figuras de porcelana sean presentados a la Iglesia Católica con sus mejores vestimentas para recibir su respectiva bendición.

Pese a que las y los feligreses en México suelen acudir desde días previos a customizar sus “Niño Dios”, con el paso de los años algunos creyentes han llevado dicha práctica al extremo, combinando la figura religiosa con algunos personajes de la cultura pop o con distintos oficios que han dejado como resultado un sinfín de peculiares fotografías, las cuales han generado todo tipo de comentarios en redes sociales.

La tradición de vestir al “Niño Dios” se popularizó en México durante el siglo XX debido a que la imagen de Jesús recién nacido cobró relevancia en la etapa posterior a la Revolución Mexicana.

No obstante, la liturgia de la iglesia no considera dicha práctica como una forma de rendir homenaje y expresar la religión, por lo que únicamente se le reconoce como una tradición popular.

Es así como los mismos feligreses que se reunieron previamente para partir la también tradicional Rosca de Día de Reyes, se vuelven a encontrar en el marco del Día de la Candelaria para disfrutar de tamales y atoles, pero también para “levantar al Niño Dios”.

También podría gustarte
Comentarios
Loading...