El avión presidencial TP-01 trasladará a Japón a la delegación mexicana que participará en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que iniciarán el próximo viernes 23 de julio.
Lo anterior fue notificado por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, luego de ser cuestionado sobre la salida de la aeronave, un Boeing 787-800, del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) hacia al Aeropuerto de Logística del Sur de California.
Al respecto, el funcionario indicó que el avión presidencial fue trasladado a los Estados Unidos para recibir mantenimiento y pueda estar en óptimas condiciones a finales de junio, justo a tiempo para el traslado de los atletas olímpicos.
“Fue para mantenimiento y la idea es que entrara ahora en el proceso de mantenimiento para que pueda regresar a finales de mes (de junio) […] Se tiene hasta ahora programado trasladar a los atletas olímpicos a los Juegos Olímpicos de Tokio, el tiempo estaba pensado justo”, declaró Herrera desde Palacio Nacional.
Sin embargo, el originario de Actopan, Hidalgo, dejó claro que, aunque se adelantó la fecha del mantenimiento periódico del avión para trasladar a los deportistas, el objetivo es determinar el estado actual de la aeronave pues, aseguró, ya entró a un nuevo proceso de compra.
“Se acaba de iniciar un nuevo proceso de compra, se están abriendo las posturas, justo el mantenimiento es lo que ayuda a determinar cuál es el estado actual y eso es lo que va a determinar los precios base sobre lo cual se va a empezar a discutir”, afirmó.
La historia del avión presidencial
Con el traslado de los atletas mexicanos a Tokio, sería el primer vuelo trasatlántico del avión presidencial desde el inicio del gobierno del presidente López Obrador, pues desde entonces ha estado en Victorville, California, y en el hangar presidencial en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
De acuerdo con información de la aplicación FlightAware, el Boeing 787-800 Dreamliner despegó a las 9:08 horas de la Ciudad de México y aterrizó tres horas después en Victorville.
Su resguardo ha sido criticado ya que tener al avión presidencial varado en Victorville, California, durante un año y siete meses costó al gobierno de México 1.7 millones de dólares, informó el director general de Banobras, Jorge Mendoza el 27 de julio de 2020.
En los dos años y medio de la administración del presidente López Obrador no se ha podido vender la aeronave y ha tenido que destinarle 33 millones de pesos para mantenimiento en EU, 286 millones de pesos para su rifa y 83 mdp desde su regreso al país.
La autorización de la compra de la aeronave aeronave TP-01 se hizo en 2012 a través de Banobras por el entonces presidente Felipe Calderón en 114.6 millones de dólares. Sin embargo, se materializó en 2016 por Enrique Peña Nieto para realizar sus giras de trabajo y se pagaron a 218.7 millones de dólares debido a las adecuaciones que se le hicieron, tanto de ingeniería y sistemas como de estructura.
Al llegar López Obrador a la presidencia, tachó la aeronave como una ofensa para el país y ordenó que este fuera vendido, mientras él realiza sus giras en vuelos comunes.
Pero hasta ahora la aeronave no se ha podido vender a pesar de los concursos en los que ha ayudado la ONU y de las rifas de la Lotería Nacional.
Información: Proceso