Una mujer originaria de Río Grande del Sur, en Brasil, confesó a las autoridades después de varios meses que ella asesinó a su hijo de 11 años por jugar con su celular hasta altas horas de la noche.
El pasado 15 de mayo, la mujer acudió a la policía para reportar la supuesta desaparición del niño, cambiando totalmente la versión de los hechos.
Ante esta situación, las autoridades emprendieron una operación de búsqueda, logrando encontrar el cuerpo del menor 10 días después en una caja de cartón en la cochera de un domicilio cercano.
De primer momento se diagnosticó que el menor había muerto por una sobredosis de medicamento contra el insomnio, sin embargo, los forenses se percataron que había señales de estrangulamiento.
Luego de casi dos meses, la madre del niño confesó que fue ella quien le arrebató la vida con una cuerda de la lavandería por un simple disgusto.
Finalmente la mujer enfrentará cargos por asesinato intencional, entrega de información falsa a las autoridades y ocultamiento de un cadáver. Si bien aún no se declara una sentencia oficial, la mujer podría enfrentar una condena de hasta 30 años.