“¿Por qué me pasó esto a mí, yo me porto bien, yo soy educada, voy bien en la escuela, soy buena niña, por qué Diosito me hace esto; yo me voy a sentir culpable si no aparece porque entonces yo no lo cuidé bien”, dice Miranda, de 7 años.
Toda la felicidad que hasta ahora tenía casi desapareció hace 9 días, cuando su mejor amigo, un peluche gato llamado ‘BB Jaguar’, se extravió cuando fue al cine con su mamá, al norte de la Ciudad de México.
Era la noche del viernes 17 de septiembre cuando se dio cuenta que el juguete no estaba consigo y la desesperación se le ensartó directo al corazón. “Lo quiere muchísimo, empezó a llorar, ya buscamos y no aparece”, cuenta su mamá Mayte en entrevista.
Como la pequeña estaba segura que en el cine lo había visto por última vez, dentro de su mochila, elaboró un cartel que se hizo viral en las redes de su mamá, en el que implora ayuda para localizarlo y ofrece de recompensa 20 pesos y un dulce.
También regresaron al lugar, ubicado en la Plaza Encuentro Fortuna en la alcaldía Gustavo A. Madero, a ver si de casualidad alguien sabía algo, pero “no nos dejaron pegar la propaganda ni nos mandaron al sótano, donde en redes sociales me dijeron que llevaban los objetos perdidos”, lamenta Mayte.
“Si aparece voy a dejar de comer dulces una semana y también voy a dejar de comer papas, voy a hacer 3 sacrificios”, promete Miranda, hija única, llena de esperanza de que su mejor amigo, un regalo de su tía desde que tenía 3 años, regrese a sus brazos.
Aunque decenas de personas ya se han puesto en contacto con ella para resolver esta situación lo antes posible, “insiste en ese”, agrega Mayte, pues desde su inocencia, Miranda ve esta situación como una tragedia en la que BB Jaguar está perdido por su culpa y no sabe su destino.
“Un niño de 4 años le quiere regalar uno como zorrito, me han ofrecido que le fabrican otro, una señora me habló y me dijo ‘yo se lo puedo hacer lo más parecido’, una señora que hace pinturas me dijo ‘mi hija perdió un peluche cuando era chica, yo hago ilustraciones, si usted quiere yo le hago uno’… muchas llamadas, eso es increíble, la bondad y empatía de las personas no solo en los sismos, pero nosotros seguimos esperando a ver si alguien lo tiene”, añade.
“Una de mis hermanas dijo ‘yo le compro uno’, y ya lo tienen en su casa, pero es que ella (Miranda) dice que lo tiene bien identificado, que no tiene bigotes, que está tallado, que ya hasta lo lavaron”.
Incluso la fábrica de dicho muñeco ya le mandó un mensaje de Whatsapp, “me dijeron vimos el cartel, pero la verdad no está pegado en ningún lado, solo lo subí a mi Facebook, me dijeron que si yo aceptaba uno, les dije que sí, les mandé mi dirección y ya hasta me enviaron el número de guía y todo”.
Llegará el lunes, pero Mayte sabe que su hija sabrá que no es el mismo y eso le preocupa, pues desde hace días la vio desmotivada incluso en sus clases en línea de segundo de primaria.
“Los de la fábrica me dijeron que le podría decir que se fue a un spa y por eso quedó como nuevo, que le van a escribir una cartita”, aunque todavía no está convencida de si es mejor mentirle o decirle la verdad, “sobretodo para que no se sienta culpable, responsable”.
Apenas este viernes, Miranda soñó que su mejor amigo volvía “pero venía como con 12 hijos”. Si todo sale bien, aquel sueño podría hacerse realidad.
EL DATO
Miranda acudió con su mamá a ver Paw Patrol, Patrulla de Cachorros, en la función de las 7:10, sala 4.
Información: El Gráfico